El proceso terapéutico
Pese a que cada vez hay más conciencia sobre la necesidad e importancia del cuidado de nuestra salud mental, todavía existen limitaciones que obstaculizan la determinación de pedir ayuda psicológica, en gran parte, por las posibles dudas que puedan surgir acerca de cómo se desarrolla el proceso terapéutico.
Si bien es cierto que, cada intervención terapéutica se encuentra condicionada por las necesidades individuales y factores personales de cada paciente, del mismo modo, todo procedimiento terapéutico es activo, directivo y estructurado.
Se trata pues, de un proceso en el que el paciente tiene la libertad de desarrollar su propia responsabilidad y libertad de decisión bajo un clima de cooperación junto con el terapeuta, trabajando simultáneamente y siendo ambos figuras activas a lo largo de todo el procedimiento. Así pues, la implicación del paciente cobra un gran protagonismo durante la terapia, al igual que la orientación, acompañamiento e intervención del terapeuta mediante un estilo directivo que pretende ayudar y dirigir al paciente hacia la consecución de sus objetivos específicos.
Por su parte, el programa terapéutico se encuentra fundamentado bajo los criterios de los modelos psicoterapéuticos actuales más eficaces, cuya versatilidad permite adaptar el desarrollo del procedimiento según el ritmo de cambio y características de cada paciente, quedando distribuido en:
Fase.I. Evaluación y diagnóstico: mediante el uso de entrevistas y pruebas psicométricas estandarizadas y científicamente validadas, se obtiene la información pertinente para determinar la problemática a intervenir, así como sus factores de riesgo, protección, mantenedores y predisponentes. En base a dicho análisis, se establecen los objetivos terapéuticos de tratamiento.
Fase.II. Intervención: a través del desarrollo de competencias profesionales y habilidades del terapeuta y del paciente, se emplean técnicas de resolución de problemas y estrategias de afrontamiento encaminadas hacia los objetivos terapéuticos establecidos con anterioridad.
Fase.III. Prevención y seguimiento: como último componente del proceso terapéutico, a lo largo de esta fase se pretende preparar al paciente para la resolución eficaz de posibles problemáticas futuras. De este modo, todo método terapéutico se sustenta bajo criterios clínicamente eficaces, atendiendo al tiempo de duración y ténicas de intervención según la demanda del paciente y los objetivos terapéuticos establecidos.
REFERENCIAS
Beck, A., Rush, A., Shaw, B. & Emery, G. (1979). Terapia Cognitiva de la Depresión. Desclée de Bouwer.
Bellak, L. (1986). Manual de Psicoterapia breve, intensiva y de urgencia. Manual moderno.