Trastorno límite de personalidad (TLP)
El trastorno límite de personalidad (TLP) se caracteriza por conllevar una desregulación e inestabilidad emocional que se mantiene en el tiempo, determinada por:
• Sensibilidad emocional elevada: la intensidad de las emociones es muy alta, lo que conlleva dificultades para poder identificarlas y tolerarlas.
• Alta reactividad emocional: ante una emoción intensa, la reacción es mucho más rápida y extrema.
• Dificultad para volver a la línea base: la reacción ante las emociones suele ser de larga duración, por lo que, su prolongación en el tiempo contribuye a aumentar la sensibilidad ante nuevas situaciones que puedan provocar emociones intensas.
Por ello, la mayoría de las personas que tienen TLP sufren problemas para regular sus emociones, empleando habitualmente conductas de “escape o evitación” ante dichas emociones.
Si este “recurso de escape”, que suele aparecer en los últimos años de la adolescencia y primeros de la edad adulta se mantiene, se conforma un patrón de comportamiento en el que pueden aparecer conductas de impulsividad extrema como atracones alimentarios, autolesiones, adicciones, aislamiento o intentos de suicidio.
Sin embargo, las investigaciones más recientes han demostrado que existen terapias especializadas y eficaces para el tratamiento de pacientes con TLP, implicadas en ayudar a tolerar y gestionar las emociones intensas y obteniendo resultados tan prometedores como la disminución de las conductas impulsivas, mejoría en las relaciones con los demás y aumento del autocuidado.
REFERENCIAS
Linehan, M. (2.021). Manual de entrenamiento en Habilidades DBT.. Tres Olas Ediciones.